Principales dificultades psicopedagógicas
en nuestro medio

Dr. Luis Hernández Bocaletti

Médico Psiquiatra. Psicólogo Clínico

Profesor y Asesor de ICEF

1 de octubre de 2020

Con el final del curso académico, la entrega de las notas escolares se convierte en una pesadilla para muchos estudiantes y padres de familia. En nuestro medio, según expertos en psicopedagogía, el fracaso escolar, en términos generales, obedece a las causas de pobreza y miseria social, propias de un país del tercer mundo. Recuérdese que los cerebros infantiles se desarrollan hipotróficos como consecuencia de la desnutrición crónica infantil.

Si excluimos la situación social anterior y mencionamos y estudiamos las causas individuales en niños citadinos, nos encontramos con factores que pueden conformar un grupo de interés clínico. El fracaso escolar, entonces, puede tener distintas causas, según la edad de los niños:

Niños de nivel preescolar:
Al inicio de la edad escolar, el principal lugar lo ocupa la angustia de separación. En segundo lugar, aparece el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En estos casos, además de la dificultad académica, los niños presentan otros síntomas como hiperactividad y serán más impulsivos. Si el médico descarta esta posibilidad, se evaluará, que el niño no tenga problemas de visión o audición. También se realizarán pruebas para estudiar que la madurez en el área del aprendizaje, lectura y escritura se haya desarrollado adecuadamente. De esta manera se descarta cualquier problema del neurodesarrollo y problemas específicos del aprendizaje como dislexia, disgrafía o trastorno del aprendizaje no verbal.

Niños de nivel primario:
Suelen ser frecuentes los trastornos de ansiedad y la depresión por determinadas circunstancias producidas en la dinámica familiar disfuncional. La problemática, generalmente, se manifiesta a través del miedo a una situación social o a estar solos, al acostarse o cuando uno de los padres se ausenta de casa para hacer alguna gestión. En ocasiones los síntomas de ansiedad, en este grupo de edad, se manifestarán físicamente en episodios de enuresis o encopresis, afectando no solo el rendimiento escolar sino la autoestima infantil.

Niños de nivel secundario:
En el caso de que un estudiante adolescente empiece a tener problemas académicos, puede deberse a varios factores:

A. Situaciones ambientales: Problemas en casa, dificultades entre padres, una enfermedad médica en la familia o que el niño sea víctima de bullying o acoso escolar y, a veces, cuando ha cambiado de centro escolar. Esto puede provocarle no solo problemas de concentración, sino también de humor, tristeza o irritabilidad. No son infrecuentes los trastornos del sueño y, especialmente en las chicas, los trastornos de la alimentación (anorexia y/o bulimia), con el consiguiente fallo académico.

Con frecuencia, cada vez mayor, observamos en la clínica problemas del rendimiento escolar como causa de la exposición a la pornografía y la concurrente masturbación. El uso de la electrónica (teléfonos, tablets, laptops, etc.) facilitan lo anterior. La situación de pandemia ha resultado, en el aprendizaje por medios electrónicos, un precio muy caro para la salud mental de los niños y jóvenes.

B. Uso y/o abuso de sustancias: El consumo de cannabis o alcohol, como psicodislépticos más utilizados en nuestro medio socioeducativo, induce a un síndrome amotivacional el cual se caracteriza por indiferencia emocional hacia todo su entorno incluyendo el educativo, y hacia sí mismo. Si se asocia TDAH como antecedente personal, no es infrecuente que nos encontremos con un trastorno oposicional desafiante que afectará, gravemente, si no se trata, las relaciones intrafamiliares.

Habitualmente son los profesores los que detectan que el niño o joven no va bien en el aula y, una vez descartados problemas de índole médica, los profesionales de la psiquiatría, especializados en niños y adolescentes, aconsejan no esperar mucho antes de recurrir al estudio personal del caso para sugerir los estudios que se estimen convenientes y lograr, entonces, una vez realizado un diagnóstico de certeza, ofrecer el programa terapéutico que sirva a cada caso en particular.

Destaquemos que un buen psicopedagogo debe darse pronta cuenta de la situación de crisis por la que está pasando el alumno y, sin dilación ni intrusismo, debe alertar a los padres de familia para que estos busquen al médico experto en trastornos del rendimiento escolar ya que se necesita, antes de iniciar cualquier actitud remedial, realizar un diagnóstico pronto y de certeza ya que si no sucede así, los niños caminarán errantes por diferentes centros escolares y la familia sufrirá innecesariamente (emocional y económicamente).

Nota: En todos los niveles de escolaridad (preprimaria, primaria o secundaria) un problema que no puede ignorarse y debe siempre investigarse, es el relacionado con el abuso sexual infantil en el cual el niño, generalmente, es víctima en su propio núcleo familiar o circulo cercano de amistades, compañeros o maestros.